En esta ciudad oscura y angosta
en la que caminamos con ladrillos en los ojos
y un polvo negro nos cubre las pestañas
esta ciudad
en la que se alzan pancartas para vencer a la muerte
en la que los edificios parecen calaveras
en la que los árboles escupen brea sobre los niños
en la que hasta el pájaro puede devorarte
con sus ojos de serpiente;
en esta ciudad marchamos con banderas de colores
para pedir: vida
y los semáforos nos arrojan terrones de sal
porque nos quieren áridos
secos de coraje
crujientes para las puertas giratorias.
Pero nos quedamos
¿por qué nos quedamos?
Porque hoy sentí tu olor en mis manos
por el resto de la tarde
y era el olor de la esperanza.
Porque al hilvanar nuestros dedos
florece una canción de cada yema
y es la canción de la justicia.
Porque hoy me toqué los labios
después de besarte
y palpé un beso que debe continuar.
Los colores que alzamos en la marcha
se desvanecen con la lluvia venenosa
pero los colores que ardemos en la sangre
estallan en cada beso
y graban nuestras huellas en los muros.
¡Nos quedamos!
aunque se haga tarde
¡nos quedamos!
aunque aún tiemble nuestra voz
al invocarnos
¡nos quedamos!
aunque un carro lanza-agua
nos señale la muerte
¡nos quedamos!
Llueve en París
Hace 1 año
0 comentarios to Nos quedamos:
Publicar un comentario