Quisimos creer
que el invierno se había ido por completo
el sol, condenado sol, nos pareció suficiente
para pensar que al fin
habíamos dejado atrás el frío
nos obsesionamos
con las primeras flores de los árboles
las mañanas luminosas
eran todo lo que recordábamos
dejamos de abrazarnos unos a otros
porque ya no necesitábamos el calor
y quisimos creer que al fin
podríamos salir desnudos
sin temer a las agujas
de las estalactitas.
Fue tal vez esa primera nube oscura
taconeando desde lejos
o los huesos que dolieron
al transmitir el mensaje del sur aún vivo
o fue tal vez el silencio de los pájaros
que extrañados como nosotros
abrieron sus plumas
para cubrir los nidos.
Pero qué importan las señales de la ausencia
y qué importa que podamos predecir
las estaciones
lo cierto es que el invierno no se fue
a ninguna parte
y hoy nos dejó perplejos bajo el diluvio
la carne sigue tibia
bajo la piel
pero la sombra que a todos nos persigue
siempre enfría
nuestros pasos.
La naturaleza, más sabia
que las pasiones,
apaga nuestra esperanza
sin dudarlo
ni por un instante.
Llueve en París
Hace 1 año
0 comentarios to Este invierno no es un error:
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