Yo conocí una roca
adonde iban a morir los pájaros.
Estaba cubierta de lápidas
árboles que con sus raíces de cadáver
buscaban la figura de la muerte.
El mar se ofrecía cargado de fusiles
las bandadas negras de los tordos
se hundían en la pólvora.
Los pájaros morían bajo el sol
sobre los sauces amarillos se dormían
eran frutas y flores
el único alimento ante mis ojos
sus cuerpos sobre los sauces
se volvían blandos.
¡Qué muerte la de los graznidos
que construyen el horizonte!
Es entonces cuando los pájaros muertos
se echan a volar oscuros e inmóviles,
cuando la noche surge de las aguas
y los cuerpos y las almas separadas y frías
apenas nos dividen el cielo de la tierra.
Nadie despide a los muertos sin sangre.
Las bandadas punzantes de las garzas
se entierran en los rifles.
¿Adónde van entonces los pájaros inmortales?
Reunidos en alguna catarata
meditan sobre sus vidas para siempre
los pájaros inmortales no tienen culpa
por sus hermanos.
En mis vértebras no hay plumas ni sangre
yo no cargo con el viento
pero me rasgo la existencia por las aves que se mueren.
Yo quiero pájaros para siempre
que no sepan de piedras ni pólvora.
Pero cuando veo a las aves muertas
cruzar el horizonte
me acerco a un barranco
a morir de a poco.
Llueve en París
Hace 1 año
5 comentarios to Fin de los pájaros:
Tú me provocaste un poema. Sos culpable. Y esto está muy lindo, en verdad.
Me provocaste un poema con esto. Culpable, CULPABLE.
se me cae este poema de las siete de la tarde...
"Señor,
la jaula se ha vuelto pájaro
qué haré con el miedo"
algo asi dice Pizarnik ...
buscar el
rincónseco.
vuelvo. Esto es Tomás en su más pura.
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